En la actualidad

06.05.2013 23:19

 

En base al artículo anterior ahora podemos empezar a hacer un análisis crítico de la sociedad en el siglo XXI en cuanto a los rituales sociales y el sexo.

Se le ha llamado la era de la información, y a nosotros se nos podría llamar internauticus, ha surgido toda una nueva concepción de las relaciones sociales más dirigidas a la tecnología. También las ideas, tabúes y percepciones de la sociedad en general hacia el sexo han cambiado sobre todo después de la revolución sexual de la segunda mitad del siglo XX.

El cambio comenzó a hacerse evidente en la generación de las actuales abuelas. Las mujeres, desde mediados del siglo pasado, comenzaron a retrasar su maternidad, y con ella su madurez. Una importante batalla se ganó cuando pudieron controlar los embarazos no deseados gracias a los anticonceptivos, sobre todo la cuasi milagrosa píldora. Era el inicio su libertad sexual.

A ello se sumó el aumento de la longevidad de la especie. Ahora, hombres y mujeres llegan a la cincuentena con energía suficiente para tener una vida sexual activa, aunque ellas ya tengan la menopausia y ellos la andropausia. Hoy es evidente que tener relaciones sexuales sin posibilidad de reproducción ya no se considera contranatura.

Y aún hay más: la vuelta de tuerca definitiva para la especie, de consecuencias aún imprevisibles, será la reproducción sin coito. De hecho, la biotecnología ya permite tener hijos sin contacto físico gracias a la fecundación in vitro. En el futuro, quizás también la clonación sea una herramienta eficiente.

Cuando el sexo sea únicamente lúdico, las mujeres no necesitarán las capacidades con las que la Naturaleza las dotó hace millones de años. Surge así el escenario ideal para nuevas fórmulas de relaciones sexuales que no tienen por qué ser la de una hembra con un macho.

Cambiando un poco de tema teniendo ya un contexto sobre el cual hablar y sintetizar, ahora he de decir que toda la interacción social tiene el mismo cometido del sexo (y la preservación de la especie biológicamente), porque al entrar en círculos sociales lo que hacemos es agruparnos, y así es más fácil conseguir una pareja porque el pertenecer a un grupo social nos da valor ante la sociedad, valor que es visto atractivo por el sexo opuesto.

En la actualidad sigue existiendo lo que se llama macho alfa, solo que este es el líder de un grupo social, generalmente todos lo perciben así, pero de una manera más que nada inconsciente, su manera de ser es diferente a la de los demás, y pareciera que los demás girarán a su alrededor, él está en ese puesto porque tiene mayores habilidades tanto sociales como las que el grupo social demanda, y por su posición es visto atractivo por el sexo opuesto.

Datos curiosos:

Los hombres se fijan al en mujer un 80% en su físico y un 20% su personalidad, viceversa de la mujer que se fija un 80% en la personalidad y valor (estatus) social en un 80% mientras que solo 20% en el físico (hay que aclarar que en ambos sexos un físico atrayente eleva automáticamente el estatus social proporcionalmente de la atracción que ejerza). Esta extraña comparación tiene sus raíces en la prehistoria

 

El hombre tiende a ser más promiscuo que la mujer porque este puede fertilizar a una mujer cada 10 minutos mientras que la mujer solo puede (tener relaciones sexuales) cada 9 meses porque queda embarazada y eso es toda una responsabilidad, claro me dirán pero ¿porque? Si se pueden usar métodos anticonceptivos, bueno esto es cierto y aplicable hoy en día y se puede ver reflejado en que muchas mujeres ahora son parecidas en esa conducta a los varones; pero lo cierto es que en la antigüedad no había métodos anticonceptivos (dependiendo de la era), por lo tanto en la mujer se fue desarrollando un escudo inconsciente que tiene la función de responsabilizarla más de sus actos y no ser tan promiscua, este escudo inconsciente no se fue lo que cambio fueron los tiempos y la cultura, he aquí aunque se tendría que profundizar más en el tema por qué las mujeres maduran más rápido que los hombres, ya que deben estar listas para procrear y criar un hijo, además de responsabilizarse de quien será la pareja que protegerá y cuidará de ambos.